Así se ha transformado este restaurante en Xàtiva: dragones, bosques encantados y un parque infantil de fantasía.
La tematización de espacios sigue demostrando que el oficio fallero tiene una capacidad infinita para transformar entornos y crear experiencias memorables.
Uno de los últimos ejemplos llega desde Xàtiva, donde el artista fallero Xavi Herrero ha llevado su creatividad a un nuevo proyecto familiar: La Magia del Puerto, un restaurante que ha apostado por convertir su local en un universo fantástico pensado para disfrutar en familia.
Un restaurante que buscaba algo más que decoración
Los propietarios del restaurante lo tenían claro: querían crear un espacio con alma, con personalidad propia y que ofreciera a los más pequeños algo más que un simple parque infantil. Su objetivo era diseñar un rincón mágico, divertido y original que se integrara con el ambiente acogedor del restaurante.
Esa búsqueda les llevó al taller de Xavi Herrero, conocido por su versatilidad, su sensibilidad artística y su capacidad para trasladar el lenguaje fallero a proyectos de tematización.
Un dragón de cuatro metros que sobrevuela el local
La pieza principal del proyecto es un dragón de 4 metros de longitud, suspendido del techo, que domina visualmente el espacio.
Con un diseño expresivo, lleno de carácter y detalles que evocan los cuentos clásicos, la criatura se ha convertido en la imagen icónica del local.
Su presencia sorprende tanto a niños como a adultos, convirtiéndose en un reclamo perfecto y en el símbolo de esta nueva etapa del restaurante.

Un bosque mágico que envuelve al visitante
Pero la intervención de Herrero no se queda ahí. El artista ha diseñado todo un bosque encantado que transforma la experiencia desde el primer paso:
- Un gran árbol sobre el mostrador, coronado por un búho vigilante que observa a los visitantes desde las alturas.
- Un sapo encantado, pensado para que los niños “le den un beso” como en los cuentos, añadiendo una capa de juego y fantasía.
- Un jardín mágico, lleno de elementos fantásticos que acompañan el recorrido de los más pequeños y convierten el espacio en un mundo de imaginación.
Todo ello creado con técnicas propias del taller fallero: modelado artesanal, acabados pictóricos que aportan profundidad y textura, y un enfoque narrativo que da sentido a cada pieza.

Un proyecto con un valor emocional especial
Para Xavi Herrero, este encargo ha tenido un significado distinto a otros trabajos.
“No es un proyecto más; es algo que se queda en mi pueblo”, comenta el artista.
Como padre de un niño de 10 años, también reconoce la ilusión de crear un espacio pensado para los más pequeños: “Pienso en qué sentirán los niños cuando entren. Qué pensará mi hijo. Eso le da un valor añadido”.
Además, la relación con los propietarios ha sido clave: Un clima de confianza, tranquilidad y cercanía que ha permitido desarrollar el proyecto con libertad creativa y una comunicación fluida.

Los artistas falleros y la tematización de espacios
Este proyecto vuelve a demostrar que la figura del artista fallero es esencial en la creación de espacios.
Gracias a su dominio del volumen, el color y la narrativa visual, son capaces de generar ambientes inmersivos que diferencian a cualquier negocio y elevan la experiencia del cliente.
En restaurantes familiares, locales de ocio, retail o escaparatismo, los artistas falleros aportan:
✔ Creatividad aplicada al espacio
✔ Capacidad técnica para construir figuras de gran formato
✔ Narrativa visual para generar experiencias
✔ Versatilidad para adaptarse a cualquier estilo
La Magia del Puerto es un nuevo ejemplo de cómo el arte fallero continúa expandiéndose más allá de las Fallas, demostrando su enorme potencial para transformar espacios y conectar con el público.