Los tótems publicitarios son una herramienta de venta que se utiliza en publicidad exterior e interior. Se trata de un expositor vertical de grandes dimensiones que se coloca en el punto de venta y que contiene información sobre los productos o servicios de una empresa.
Es una buena estrategia de marketing ya que permite dar a conocer al público los productos o servicios y vendérselos in situ. Además, es muy versátil y pueden utilizarlo todo tipo de empresas.
Pero, como para todo, para crear un tótem para publicidad que tenga éxito, hay que tener una buena estrategia detrás y saber bien qué mensaje comunicar y de qué manera.
Características del tótem publicitario
A nivel decorativo y creativo, los tótems de publicidad ofrecen muchas posibilidades. Si los comparamos con otro tipo de estrategias de comunicación y marketing, destacan por el impacto visual tan grande que generan y por todas estas características:
- Su personalización. Existen infinitas formas de crear un tótem publicitario. Y, por tanto, infinitas maneras de comunicar. Por eso, cada empresa puede mostrar el mensaje que considere más adecuado o relevante y promocionar los productos o servicios que crea más importantes y que captarán mejor la atención de su público.
- Su capacidad de atracción. Los tótems publicitarios son tan llamativos que se ven hasta con distancia. Esto hace que lleguen a un público más amplio que con otro tipo de publicidad convencional.
- Su resistencia y durabilidad. No hablamos de un cartel o de flyers publicitarios, los tótems se pueden crear de diferentes materiales. Por ejemplo, existen tótems publicitarios metálicos, de cartón, acero o metacrilato, lo que los convierte en un recurso más resistente que otro tipo de formatos y, por tanto, se pueden aprovechar en muchas ocasiones. Por este motivo, y por su versatilidad, pueden utilizarse tanto en el interior como en el exterior de los locales comerciales. Sin duda, otra ventaja muy importante.
Objetivo del tótem publicitario
Los tótems publicitarios son una estrategia de publicidad, pero su objetivo principal no es vender. Su verdadero propósito es informar al público acerca de servicios o productos que ofrece una empresa. Es una forma de invitar al cliente a conocer una empresa y sus productos o servicios de una manera indirecta y sutil.
Es hacer lo mismo de siempre, pero de manera menos invasiva y con un toque de creatividad, que siempre gana.
Por eso, es importante meter toda la carne en el asador y pensar bien el mensaje para que este sea claro y directo y, sobre todo, decidir qué se quiere mostrar y cómo. Así, creando una imagen atractiva, que defina lo que es la empresa y lo que vende, y conectando con los gustos y el estilo del público, el tótem conseguirá su propósito: atraer al futuro cliente al punto de venta y enamorarlo.
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